Muy buenos días en esta bonita mañana de domingo.
Para el ratito que dedicaremos hoy a la lectura os recomiendo el fantástico libro titulado “El Pirata Patata en el cole”, en el que ha colaborado una valiosísima amistad. Es un libro recién editado con el que los niños disfrutaran mucho gracias a su entretenida historia y sus divertidos dibujos. El texto está desarrollado por J. Casado y las ilustraciones se las debemos a D. Sanromán.
Para aquellos que os guste la historia de El Pirata Patata, saber que se está creando un blog específico sobre el libro en el que podréis jugar con los más pequeños haciendo actividades didácticas, coloreando algunas imágenes, etc. Por el momento, os dejo un enlace de interés en el que hay sobre todo ilustración y poesía http://impresioneslasjustasimpresiones.blogspot.com.es/.
Después de que leáis la historia de El pirata Patata en el cole, podréis pasar un entretenido rato con un juego que os dejaré seguido del cuento.
A continuación os dejo la historia para poderla disfrutar en familia.
“EL PIRATA PATATA EN EL COLE”
El pirata Patata, que tenía muy mala pata, se tomó el desayuno muy deprisa porque llegaba tarde al cole de piratas.
Como tenía muy mala pata, se le cayó la tostada al suelo manchándose el uniforme de piratas. ¡Vaya lío formó el pirata Patata! Si es que tenía muy mala pata.
La pirata Fiona era la mamá del pirata Patata, ese que tenía muy mala pata. Ella sacó de la lavadora el parche y se lo puso a su hijo en su ojo izquierdo.
Al ojo no le pasaba nada, pero sabía muy bien que si no iba con un parche en el ojo, los otros niños se reirían de él por no llevarlo. ¡Quién ha visto un pirata sin parche en el ojo ni pata de palo!
El pirata Patata que tenía muy mala pata, sacó brillo a su bandera negra de pirata, sobre todo a su calavera. Frotó con fuerza su pierna de palo porque le molestaba. Una astilla le estaba picando. Algún bichito estaría merendando por allí.
El pirata Patata, que tenía muy mala pata, salió con la cartera del cole y con un loro verde encima del hombro. El cole no estaba lejos. Sabía que si corría un poco, no llegaría tarde. Los piratas no llegan tarde, le decía su padre el pirata Barbamarrón.
El pirata Patata, que tenía muy mala pata, se sentó en su sitio en clase junto a un piratilla que llevaba gafas y con un tatuaje en la espalda. Además estaba totalmente calvo. Era el mejor amigo del pirata Patata.
Se llamaba el pirata Chinchín. Era muy mayor pero seguía yendo al cole. No aprobaba nunca ni una. Era todo un caso.
El pirata Patata, que tenía muy mala pata, le contó a su mejor amigo que se le había caído la tostada al suelo. El pirata Chinchín le animaba para que no estuviera triste. Eran los mejores amigos piratas del mundo mundial y también de los siete mares.
El pirata Patata, que tenía muy mala pata, tenía que aprender a dibujar un mapa del tesoro. Con sus líneas, sus circulitos bien hechos y sus palmeras verdes. Lo más difícil era señalar la X donde se encontraba el tesoro. Era muy importante saberlo por si algún día encontraba un tesoro y tenía que esconderlo.
Mientras dibujaba, el pirata Chinchín intentaba sacarse un moco gigante de la nariz. Se lo iba a comer cuando el profesor pirata le vio y le castigó sin salir al recreo. ¡Qué cochino a veces era el pirata Chinchín!
El pirata Patata, que tenía muy mala pata, le pintó una cara sonriente en un papel para que no estuviera triste. Y el pirata Chinchín se alegró un montón.
El pirata Patata, que tenía muy mala pata, aprendía mucho en la escuela. Tenía muchos amigos. Por eso le encantaba ir al cole de piratas.
Así, cuando la escuela se terminó ese día esperó a su mejor amigo y se fueron juntos a merendar.
FIN
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