¡LLEGA LA PRIMAVERA!

Buenas tardes a nuestros queridos papis y queridas mamis.

 

¿Sabéis que hoy 20 de marzo comienza la primavera?

 

 

Pues bien, en la clase de esta mañana trabajamos la primavera y los colores. Nuestros alumnos aprendieron canciones, salieron al huerto del centro para ver cómo estaban creciendo las flores y escuchar el sonido de los pajaritos...

¡¡¡Se lo pasaron en grande!!!

 

 

¿Qué tal si le dedicamos un ratito a nuestros peques?

Os recomendamos un cuento muy bonito que hemos encontrado por internet, relacionado con las flores y los colores para que se lo leáis.


Con este cuento los pequeños aprenderán nombres de flores, animales y colores, a respetar a la naturaleza, y sobre todo valores...

 

 

DOS FLORES MUY ORGULLOSAS

 
  

 

-¡Cómo me gusta la primavera! –Exclamó una margarita-. Gracias a nosotras, las margaritas, el campo está precioso.


A su lado había una hermosa amapola que le dijo:
-El campo está precioso en primavera, pero gracias a nosotras, las amapolas.

- No digas tonterías –replicó la margarita, ofendida-. Yo soy más guapa que tú, con mi corazón amarillo y los pétalos blancos.
-De eso nada. Yo soy mucho más guapa. Tengo unos grandes pétalos rojos y muy buen olor.
Siguieron peleándose sin llegar a ningún acuerdo. Finalmente la amapola dijo:

-Te desafío a contar cuántas abejas se posan en cada una de nosotras. La que consiga más abejas será la flor más bella.

Las dos dijeron que habían ganado y siguieron discutiendo y tirándose de los pétalos.

De pronto una lagartija que tomaba el sol en una piedra dijo:
- ¿Queréis callaros?. No puedo descansar con vuestros gritos.
-Dinos, lagartija, -le dijeron las dos flores- ¿quién es la más bonita de las dos?
- Las dos erais bonitas antes, pero ahora estáis horribles con los pétalos arrancados.
Las flores oyeron un extraño ruido: Ia, ia, ia,…
- ¿Qué ruido es ese?
- Es el rebuzno de un burro –contestó la lagartija.
-¡Qué animal más feo!
- Pues tened cuidado- dijo la lagartija- porque los burros comen flores y cuanto más bonitas más le gusta comérselas.
El burro se acercó a las flores.
- Oye, burro, si tienes hambre cómete a la amapola.
- No le hagas caso. ¡Cómete a la margarita!, que ella dijo que era más bonita.
- Estas flores parecen deliciosas- dijo el burro-. Voy a comerme a las dos.
De repente, una abeja picó al burro en una oreja y se fue al galope.
- ¡Qué suerte!. –Exclamó la margarita- nos hemos salvado por los pelos, digo por los pétalos.
- Hemos sido tontas. No debemos pelear más ni ser tan orgullosas.
Desde entonces las dos flores fueron muy buenas amigas.

 ¿Hacemos actividades?

 

 

 

 

 

Os recomendamos una serie de actividades por si es de vuestro interés:



1. Coger un folio y colores de cera, y dárselo a sus hijos. La tarea consiste en que dibujen lo que más le haya gustado del cuento y llevarlo a clase para enseñarlo al resto de compañeros.



2. ¡El memorión! Imprimir estos dibujos dos veces y que vuestros hijos lo coloreen y recorten. Una vez realizado lo anteriormente dicho, ponerlo boca abajo. La tarea consiste en que el niño deberá de levantar una tarjeta y buscar su pareja. Si la segunda seleccionada no es su pareja, deberá de poner ambas boca abajo y acordarse de donde están puestas. El juego acaba una vez que haya encontrado las tres parejas.

 

 

 

 

3.  Para hacer nuestra abeja voladora necesitamos, un rollo de papel higiénico, cartulinas de color amarillo, negro y blanco, dos palos de piruleta, pegamento, rotulador, tijeras, dos botones pequeños y un poco de purpurina.

Lo primero es dibujar las alas en la cartulina blanca y recortarlas, mientras que con la amarilla forramos todo el papel higiénico y con la negra hacemos tiras que pegaremos sobre la amarilla para simular las rallas. Una vez que está listo pegamos las alas, y con los dos palos de piruleta simulamos las antenas, para terminar pegamos los dos botones en forma de ojos y decoramos la purpurina.

 

 

 

 

¿SABÍAS QUE...?

 

El cuento es una breve narración, escrita generalmente en prosa, que combina hechos reales e imaginarios. Es una fantástica actividad para desarrollar la imaginación del niño, su destreza lingüística y sensibilidad estética, potenciar su creatividad y sobre todo les hace soñar. Tiene un valor pedagógico, ya que en la edad en la que los niños comienzan a escuchar cuentos es cuando construye su lenguaje.